Cinco obstaculos de la innovacion educativa


La innovación educativa es tan múltiple como los riesgos y obstáculos que pueden surgir. Esta vez, os ayudamos a planificar con antelación la gestión de riesgos y problemas. 
 
1. Familias ocupadas
La configuración familiar es francamente compleja: cada vez es más heterogénea, con lo cual es necesario tener este dato en cuenta si nuestra innovación aplica al trabajo que los alumnos y alumnas han de hacer en su caso o si requiere de participación activa de las familias.
 
2. Profesorado agotado
El burn out no se da solo en oficinas: es muy frecuente que encontremos docentes en una situación crítica, con mucho estrés, fatiga y situaciones de agotamiento, ansiedad y depresión. Una innovación requiere bastante trabajo por parte de todo el equipo docente o del departamento, así que es conveniente evaluar la situación actual de los recursos humanos con los que contamos: si no tienen ganas, las cosas no saldrán bien o su progreso se ralentizará más de lo debido.
 
3. Paradigmas obsoletos en la formación a docentes
Ciertamente, una innovación requiere, muy a menudo, una acción formativa específica dirigida al profesorado del centro: el problema es que queremos fomentar un espíritu innovador con metodologías de lo más obsoletas y que lo más frecuente es que la formación no incorpore libertad, aprendizaje personalizado y un extra de conocimiento obtenido de las Personal Learning Networks de cada docente. Solo se trata de programas rígidos y archi-dirigidos, con un limitado potencial motivador
 
4. Reuniones
Hay que planificar con antelación las reuniones que se harán de acuerdo al proyecto innovador del centro, ya que los y las docentes tienen una vida ahí fuera: fijar reuniones con una antelación inadecuada y fuera del horario laboral puede generar reticencias y resentimiento por parte del profesorado. Algo así ocurre también con las formaciones. 
 
5. El currículo
El currículo obligatorio puede parecer cerrado y oscuro, y puede dar la impresión de que no deja mucho sitio para la innovación educativa y la modificación de horarios y marcos didácticos: sin embargo no es así. Aun así, hemos de contar con él y no podemos dejar de estudiar bien qué cabe y qué no cabe de acuerdo a los contenidos oficiales: lo mismo ocurre con la evaluación. No son "obligatorias" las pruebas objetivas (exámenes, controles...), pero la evaluación sí es obligatoria para la Conserjería y el Ministerio. De hecho, la evaluación debe seguir una serie de criterios marcados desde la Administración y tiene el formato que legalmente se fije: aun así, hay mucho espacio para innovar en cuestión de evaluación (feedback, gamificación, una vuelta de tuerca a las competencias...)